El Ayuntamiento ha decidido construir un esperpento en el único espacio libre y verde que quedaba a la vista en el cerro de San Bartolomé. Como remate, y tras construir otro edifico pegado al hotel, pretende meter con calzador un centro comercial de más de 8.000 M2 y 10 plantas (cinco subterráneas) con destino a un gran supermercado, otro posible gimnasio, restauración, tiendas y un aparcamiento en rotación.
La actuación, que densificará aún más la zona, ni es innovadora ni aporta nada singular al centro de la ciudad. Al contrario, es demostración de falta de sensibilidad e imaginación a la hora de tratar los espacios públicos. Y es incoherente con esa política errática de movilidad de Alcaldía al crear un nuevo aparcamiento en el centro que promueve la mayor circulación de vehículos y atascar la circulación tras las ocurrencias de los cambios de sentidos de las calles.
Tras conocer el impactante fotomontaje oficial de la operación constructiva en la ladera de San Bartolomé no prevista hace 15 años, lo mismo que otras actuaciones no acordadas antes de la llegada de las Alcaldías de Bildu y PNV después de 2011, quiero proponer una alternativa y solicitar apoyo. Se trata de hacer algo más creativo y de interés público.
La idea es convertir todo el espacio de ladera en un jardín inclinado, a modo de un mar floral espectacular que incorpore al paisaje un contrapunto verde, con arbolado y plantaciones florales bien escogidas. Se ampliaría la acera de ese tramo de la cuesta de San Bartolomé con retranqueo y rebaje de altura del actual murete de contención.
Otra decisión discutible es la de destinar el espacio verde aterrazado de la avenida de Navarra para levantar otro edificio destinado al Basque Culinary Center. Se sacrifica una importante ampliación del actual jardín -con el añadido de accesibilidad mecánica- en un barrio como es Gros carente de un parque, además de los apartamentos para jóvenes y mayores recogidos en el plan que se había previsto.
Por muy sugerente que parezca la imagen de “un edificio de gran volumen con arquitectura evocadora de olas”, se elimina la dotación de un parque muy necesario para mejorar la calidad de vida en Gros. Es otra muestra de no tener claras las ideas y las prioridades para los escasos espacios públicos urbanos disponibles. Había otros emplazamientos para situar un nuevo BCC.
La apuesta por la innovación en Donostia no debiera consistir, sólo, en promover y atraer nuevas empresas centradas en la investigación, la ciencia, las nuevas tecnologías y la captación externa de talento. En ese empeño, Alcaldía continúa lo ya conseguido. Innovar significa, también, introducir políticas sensibles hacia el paisaje y la identidad del municipio y afrontar los retos sobre el modelo de ciudad que queremos para San Sebastián con intervenciones de calidad.
Innovar no es permitir más y más hoteles o la invasión de pisos turísticos, frenado ahora en vísperas de elecciones, tarde y mal tras provocar los efectos de la gentrificación. Tampoco innova el sector de hostelería si se permiten problemas de déficits en la formación de personal, salarios bajos y una oferta de producción “industrial” del pintxo. Seguimos los mismos pasos de ciudades turísticas como Barcelona o Palma de Mallorca que sufren las consecuencias.
No reforzaremos la dimensión de ciudad innovadora sin apoyar el crecimiento del talento local. La respuesta no es solo otro Talent House sino una oferta mayor de vivienda pública -hoy ridícula en cantidad- para la gente joven. De momento, se desconoce una propuesta de mayor compromiso que las generalidades expresadas por Alcaldía para ordenar a medio plazo -siendo optimista- el espacio a recuperar con la desaparición de las actuales vías del Topo entre el Paseo de Errondo y la calle Autonomía.
Tampoco se conocen la estrategia, objetivos e instrumentos que propone el alcalde para el desarrollo urgente de un alto porcentaje de vivienda pública -en alquiler, cesión del derecho de superficie y oferta de viviendas de precio tasado- en los terrenos de Cuarteles de Loiola.
Una reflexión final. Me siento en la obligación de expresar con libertad las anteriores ideas contrastadas sobre el devenir y los retos de San Sebastián. Se acercan las elecciones municipales mientras crece la preocupación ante la apatía ciudadana por el debate cívico y el desinterés por el control de los procesos de decisión del Ayuntamiento. La democracia se alimenta con transparencia y cauces de participación real.
Odón Elorza / Ex alcalde de San Sebastián (1991-2011)
16 de marzo de 2023

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