Quién hizo qué en San Bartolomé. (17-6-2023)

Hasta hoy no ha habido un debate clarificador sobre la necesidad del Centro Comercial que se pretende levantar, como un artefacto insostenible e impactante, en la ladera de San Bartolomé. Por todo ello, ruego al nuevo Ayuntamiento de San Sebastián que reconsidere su decisión con urgencia.

La Corporación Municipal aprobó en 2015, por unanimidad, la construcción de un Centro Comercial en el espacio verde de la ladera de San Bartolomé. Como remate de la operación urbanística en Amara Viejo quiere meter bajo la ladera un edificio, no previsto hasta entonces, de diez plantas (cinco subterráneas), destinando 8.040 M2 a hipermercado, más franquicias y otro restaurante. También dispondrá de un aparcamiento de rotación de 14.000 M2 para “mejorar el tráfico”.

La operación no responde al interés general y solo servirá para ingresar más dinero, eliminar una zona verde a recuperar como parque y densificar aún más las construcciones en la zona. La actuación requiere una excavación en roca de 46 metros y levantar un enorme muro pantalla para sujetar la colina. Una obra compleja que durará tres años, con afecciones importantes a las calles Easo, San Bartolomé, Lizarra y Aldapeta. Además de eliminar el carril bus. 

Como parte del patrimonio cultural de Donostia, la ladera norte de San Bartolomé merece ser conservada porque forma parte de un paisaje urbano singular y es un hito en la historia de la ciudad. Es exigible sensibilidad al Ayuntamiento hacia un espacio, fuera de la ciudad amurallada donde se situó en el siglo XI el primer Monasterio-Convento vinculado a Navarra.

La gran ampliación del Centro Comercial de Garbera, San Martín, el crecimiento de Lidl en La Bretxa y los supermercados próximos en Urbieta y Plaza Arroca, la implantación de franquicias y los nuevos hiper en los barrios hacen innecesaria esta operación especulativa improvisada hace diez años que no ayuda al comercio tradicional local. 

Esta lamentable operación no fue contemplada en mi etapa de alcalde (que finalizó en mayo de 2011) por el equipo político y técnico que trabajamos en la operación de regeneración de Amara Viejo y San Bartolomé y que se plasmó en las reformas incluidas en el Plan General en 2007 y 2010. Fue entonces cuando logramos un crédito de 100 millones, en 2009, para iniciar los derribos previos, acordamos con el Ministerio de Interior el traslado del Cuartel de la Policia Nacional que estaba entre los colegios de Marianistas y Compañía de María, negociamos con los vecinos las indemnizaciones y realojos y creamos la Sociedad Mixta para el desarrollo de todas las actuaciones. 

Por contra, el Centro Comercial fue propuesto y aprobado a partir de 2011 en el planeamiento urbanístico del barrio por las Alcaldías de Bildu y PNV. Concretamente, Izagirre, alcalde de Bildu, presentó y defendió esta operación -junto a otros cambios- el 5 de diciembre de 2013. 

Así, en la Memoria del Plan General reformado entre 2014 y 2015 no hay, realmente, una justificación de la necesidad del proyecto comercial vinculado al interés general. Tampoco existe en el anteproyecto de edificación y urbanización del Centro Comercial aprobado como Plan Especial (diez años después) en enero de 2023 por el Gobierno Municipal de Goia.

El desarrollo de Amara Viejo-San Bartolomé ya ha sido suficientemente “exprimido” como operación urbanística y económica. La ciudadanía debe saber que aún se puede rectificar y aprobar una alternativa sostenible que no toque esa ladera verde que se mantuvo así cuando se volvió a levantar una nueva Iglesia y Convento en 1876. La alternativa pasa por encargar un proyecto de jardinería y paisajismo que recupere la actual ladera y la convierta en un parque-jardín accesible. Una actuación que resulte ejemplar entre los espacios urbanos de las mejores ciudades europeas. 

Se trata de integrar en el paisaje del Ensanche Romántico de Cortazar lo que queda del convento, la iglesia, el muro de calle Easo y la ladera, para ofrecer una visión global del conjunto de acuerdo con las sentencias judiciales. El Plan Especial que desarrolla el centro comercial y el aparcamiento elimina un tramo del muro protegido y abre un portón en el mismo. Por otra parte, crear un nuevo aparcamiento de rotación en el centro va contra la filosofía medioambiental del área de bajas emisiones porque provocará una mayor afluencia y circulación de vehículos. 

Ser una ciudad innovadora ha de conllevar, también, gestionar con sensibilidad y en defensa del interés general el paisaje, el suelo público, el patrimonio cultural y la identidad del municipio. Se trata de tener una estrategia propia para afrontar los retos del modelo de ciudad que quiere la ciudadanía donostiarra. 

Odón Elorza / Ex alcalde de Donostia San Sebastián (1991-2011) 

17 de junio de 2023. 

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